sábado, 13 de marzo de 2010

Prioridades

Sobrevivo asombrado por la diligencia de los periódicos. Casi unánimemente se han unido al obituario extenso que merece la vida y obra de Miguel Delibes como tema principal de portada. El único diario que ha considerado el deceso del escritor una noticia secundaria ha sido El Mundo. El periódico de Pedro J. Ramírez tiene muchos defectos, pero no se le puede negar su voluntad de ir contracorriente de los asuntos que copan el resto de portadas. Tras los éxitos de crítica y público de sus investigaciones periodísticas (permítaseme la licencia), ha apostado por ahondar en temas olvidados cual poseedor de una verdad que se va desgastando hasta quedar blandengue y poco creíble. Ha ocurrido especialmente en el tratamiento que se hace de la investigación del atentado del 11 de marzo en Madrid. Las corruptelas y los bajos fondos del poder también constituyen el foco de sus artículos, delitos que por cierto se incorporan al Código Penal con obligación de pena de cárcel para los mangantes de la cosa pública. Esta medida, sin demasiados aspavientos, es francamente positiva. Se transmite el mensaje claro de que los trapicheos de los aprovechados no quedarán impunes en ningún caso.

Hablaba de la prioridad de las noticias en primera página por el contenido de la portada de El Mundo de hoy. La fotografía corresponde al Congreso Extraordinario del PSOE andaluz que ha convertido en secretario general del partido al presidente Griñán, con lágrimas incluidas de Manuel Chaves. La frase del día viene del ahora vicepresidente del gobierno, y dice así: "en Andalucía, la idea de cambio está ligada al PSOE". Quizá el problema sea el significado de la palabra cambio, que varía dependiendo de la dirección del viento, pero la situación de los andaluces ante la crisis y la respuesta de sus dirigentes merecen palabras más inteligentes, o sea, el silencio. Vista la inoperancia, uno ansía que dejen todo como está, no sea que nos veamos en otra peor dentro de un par de semanas. El fastuoso congreso (lo son todas las macrorreuniones de los dos grandes partidos) ha simbolizado el adiós o hasta luego de Chaves y la llegada real de su relevo, Griñán, que tampoco se caracteriza precisamente por su juventud ni sus aires de cambio. La situación de Andalucía es muy complicada. Lastrada por las torpezas de sus mandatarios y las obscenas peleas partidistas, otea un horizonte oscuro que presagia unas elecciones igualadas y a cara de perro. La propuesta de la oposición, más allá de declaraciones pintorescas y el ánimo de verse pronto en el desgastado sillón socialista, tampoco ofrece grandes expectativas. Que Dios nos coja confesados.

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