domingo, 24 de mayo de 2009

Canarias

Un amigo me ha mandado una noticia según la cual los nacionalistas isleños del Congreso Nacional Canario han dirigido al mundo un comunicado en el que abogan por el fin del colonialismo, y la inmediata instauración de una república federal canaria. El documento, redactado en un inglés hiriente por macarrónico, incluye perlas como una invitación expresa a los turistas a no visitar las islas mientras formen parte de España, porque ayudan con su dinero al colonialismo español. Uno se sorprende de que existan reductos chovinistas cual aldea gala, pero los hay. Sin embargo, su trascendencia es residual, especialmente por el interés de sus argumentos y reivindicaciones. Canarias está en lo más alto de las cifras de paro y las de fracaso escolar en España, también en la de mayor tasa de embarazos en adolescentes. Necesita un impulso, y la solución pasa por tender puentes con la península, no alejarse para vivir la crisis en la intimidad.

Los nacionalistas canarios están representados en el Congreso por la Coalición Canaria, una formación moderada que se ha caracterizado por su prudencia y sus apoyos habituales al partido gobernante en cada momento. No tienen una vocación separatista, pero tratan de llevar a Madrid la tradicional política del “¿qué hay de lo mío?”. Hay formas y formas de exigir algo de atención por parte de la política madrileña. La de Esquerra Republicana es dar la nota, de la mano de Joan Tardá, su vocero oficial. Convergencia i Unió, por su parte, se decanta por el tono pausado y anglosajón de Duran i Lleida, un político brillante de los que hay pocos.

El Congreso Nacional Canario, brazo político del Movimiento de Liberación de las Islas Canarias (sic) está en otra línea.”¡Ayudadnos con esta gran campaña de boicot internacional para alcanzar la libertad!”. Lo siguiente, según ellos, será ingresar en la ONU.

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martes, 5 de mayo de 2009

Cumplir la ley

La recreación más certera de lo desagradable es la expresión de Teddy Bautista, gran cantante e incomprensible gestor de los dineros de los autores. El caso que hoy presenta El Mundo en su portada supera todos los colmos, e introduce una estúpida vigilancia de la ley, la misma que permite espiar las bodas y la música que suena en los banquetes. La Sociedad General de Autores y Editores, perteneciente por cierto al Ministerio de Cultu-ra, el de González Sinde, dice que sus actuaciones se realizan conforme a la ley y que, aunque Bisbal se ofreció a cantar de forma gratuita, los autores de los temas no dieron su autorización expresamente. Se sobreentiende que en un concierto benéfico dedicado a la curación de un niño gravemente enfermo, todos los beneficios irán a parar a ese fin, y no a la satisfacción de los músicos o los gerifaltes de la SGAE.

Los derechos de los autores deben ser recompensados. Es justo que así sea. Pero la ob-servancia extrema de ingresar 5000 euros por una iniciativa benéfica es innecesaria. He leído alguna entrevista a Teddy Bautista en la que se defiende de las acusaciones masi-vas a las que se ve sometida su organización. Desde luego, gestos como este no crean afición precisamente. Si cualquier ciudadano, pague el canon o no, sentía a la SGAE como una institución siniestra, ahora podrá pensar que al frente de la gestión de los de-rechos se encuentran personas torpes, ávidas de euros y exageradamente escrupulosos en el cumplimiento de la ley. Esa misma que infringen cuando acceden a propiedades privadas con una cámara oculta para cerciorarse de la música que se pincha en una boda. En el término medio está la virtud, decía Aristóteles.

Espero que la salud del niño no deba tributos a los autores y pueda restablecerse lejos de extravagancias y feos gestos propios de personas sin oficio pero con beneficio.